lunes, 12 de marzo de 2012

UNA DE CINE


Ayer un servidor se fue al cine.

Recomiendo a todo el mundo que lea esta humilde página, que invierta 7 Euros de su sueldo, y 2 horas de su vida en pasarse por una sala de cine y disfrutar, con los ojos bien abiertos y los oídos en estéreo de la película “Los idus de Marzo”, dirigida por George Clooney.

Comentario aparte acerca de la recomendación que lanzo al aire, es el hecho de ir al cine, no sólo porque hayan cerrado MEGAUPLOAD o porque la descarga de propiedad intelectual por internet sea ilegal, sino también porque de esta manera, generamos que haya alguien que venda entradas, alguien que te la rompa y te indique la sala, y alguien que venda palomitas en la tienda de al lado, por lo que estaremos contribuyendo a que las personas seamos necesarias, y tal vez dejando de depender como lo hacemos, en exceso, de las “malditas máquinas”, podamos arrimar un poco el hombro en la crisis laboral que llevamos en las espaldas desde hace un tiempo, demasiado largo, me temo.

Voy con el tema, brevemente, que me voy por las ramas.

La película es un medio excepcional para recordarnos(que a menudo se nos olvida y nos sorprendemos por ello, sin darnos cuenta de que estamos, y me incluyo, completamente alienados el 90% de nuestro tiempo), lo que no ya el poder, sino su observancia y aproximación, puede hacer con alguien íntegro. Además, y no pretendo destripar el filme, no se salva nadie. Hay deshonestidad y pérdida de integridad desde todos los puntos de vista.

Primero la decepción por lo que es el mundo, segundo el terror a perder una determinada posición, y tercero y final, la peor traición de todas: la traición a uno mismo, a tus propios valores.

Y además otro recordatorio: nadie es tan bueno, nadie están malo. Es la naturaleza humana, por desgracia, la que nos conduce a todos, irremediablemente, a esos oscuros lugares. Y un pensamiento que aterra: tal vez seamos íntegros, o nos lo presumamos, simplemente porque no hemos tenido, ni tenemos, ni tendremos (Dios mediante) acceso a esos “oscuros” lugares de poder. Qué miedo.

Es un recordatorio de la realidad del mundo que habitamos, y que nosotros mismos construimos.

En lo personal, ayuda a comprender comportamientos de tantas y tantas “honorables” personas. Quizá no sean tan malos, aunque nos guste caer en los brazos de Morfeo pensándolo. Quizá únicamente ocurra que han tenido acceso a posiciones donde, afortunadamente, uno jamás se encontrará. Gracias, así estoy mejor.

Urdangarines, Garzones, Invercarias, Condes, Gescarteras, Amedos, Dominguezes….y un sinfín de escándalos cada mes, cada semana, cada día, cada hora…….ahora.

En todos los países, a lo largo de toda la historia, en cualquier campo……..y desgraciadamente en la política y en la Administración de Justicia(que es lo que me toca), sobremanera.

¿Todos haríamos lo mismo en su posición? ¿Nos gusta creer que no? ¿Realmente lo hemos pensado?....Buff…….., Virgencita, que me quede como estoy.

De momento, consolaré mi conciencia convenciéndome de que simplemente por pensarlo y discurrir acerca de ello, tal vez me librara de la quema. Al menos, darse cuenta ya es algo. Espero.


Lo de siempre amigos, con la justicia(en este caso divina) toparemos.

No me digan que no es para irse a casa…………

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